Diciembre 2016 fue un mes provechoso, de aprendizaje
y de encuentro para los novicios jesuitas de segundo año, cargado de nuevas y
revitalizadoras experiencias. En el extremo oeste del Estado Apure, en la
parroquia San Camilo de Lelis, en El Nula y sectores vecinos, se abrieron
hogares, corazones y vidas para recibir juntos al Niño Dios, quien gustoso
quiso nacer y encarnarse en medio de la realidad difícil de la frontera
colombo-venezolana. Hay tantas historias para contar y es así, como cada uno
comparte la suya:
“Durante la experiencia tuvimos la oportunidad de
ser recibido en la Parroquia San Camilo De Lelis (El Nula), luego pude
compartir con la gente de Ciudad Sucre en compañía, durante algunos días, de 19
jóvenes provenientes de la UCAT participantes del programa de liderazgo AUSJAL
y visitaron 4 comunidades junto al P. Henry Quintero s.j. Gracias DIOS por
regalarme la oportunidad de apreciar tu nacimiento en los rostros de las
mujeres, hombres y jóvenes, trabajadores y
habitantes de nuestra frontera colombo-venezolana”. Arturo Rey SJ.
“Los días en La Piedrita estuvieron llenos de
encuentros, visitas y conversaciones con personas capaces de definir –sin tener
que hacer uso de palabras- el amor y la bondad de Dios, que para nosotros se
tradujo en buen trato, agua y comida –en grandes cantidades- pero sobre todo en
una generosidad y apertura que fue signo de una historia que se ha ido
escribiendo a través de los años, que ha tenido como reparto a estas buenas
familias y a nuestros compañeros Jesuitas y como productor, guionista y
director a Papá Dios”. Juan Hellburg SJ
“Días de largas pero entretenidas caminatas en el
Sector La Piedrita, bajo el sol abrasador del llano, por calles de tierra y
piedra que conducían a hogares de puertas abiertas, de comidas abundantes y de
gente sencilla que no conoce la mezquindad. Son cada uno de ellos testigos del
Dios vivo y actuante, que confunde a los soberbios y se le manifiesta a los
humildes. Enseñan teología básica y elemental, pues en cada planta, semilla o
animal ven la mano del Señor que actúa en su favor” Luis Varela SJ
“Estar en Caño Gaital, a orillas del Río Arauca, fue
una experiencia fundante en mi vida y en mi vocación. Cada visita, comida o
abrazo representó la unión de dos países que quieren ser uno y de cómo, en el
día a día, la frontera se desvanece para darle paso a nuevas formas de
relación. Compartir juntos la novena de aguinaldo –desconocido para mí- con
acordeón, caja vallenata y charrasca me mostró un Dios que trasciende barreras
humanas y nos acerca a todos, seamos de Venezuela o Colombia, a trabajar por
vivir en paz y en solidaridad”. Jesus Urribarri SJ.
Cada experiencia que se vive dentro de la formación
del noviciado marca positivamente la vida y nutre la vocación. Dios reúne a
comunidades y novicios en torno a su mesa y les enseña como un Padre amoroso,
el valor de la sana convivencia, del compartir fraterno y de la
corresponsabilidad de hacer de este mundo un lugar mejor para vivir.
Luis Varela SJ
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