Los almuerzos de cada
sábado están cargados de algo de prisa y de mucha emoción y expectativa: nos
vamos de pastoral, a Pavia. Los novicios salimos a nuestra forma de aprender
con la gente de los sectores periféricos de la ciudad, como se puede vivir,
organizar y trabajar en una comunidad que es familia. Volvemos al noviciado el
domingo llenos de anécdotas, encuentros y vivencias de un Dios que nos acompaña
y acompaña a esa gente buena. En esas
ganas de hacer de los 3 sectores que visitamos (Tapa de Piedra, Padre Diego y
Entrada de Piedra) uno solo, cada 3 meses nos reunimos en una de esas
localidades y compartimos un tema de formación. En el marco de los 100 años de
los Jesuitas en Venezuela la Entrada de Piedra fue la anfitriona de esta tarde
diferente del 21 de mayo. 
Casi un mes previo a
este encuentro comenzamos un trabajo de recolección de testimonios <tanto en
video como relatos escritos> de los habitantes de las comunidades sobre los
novicios que han estado en los sectores, dándonos cuenta que el trabajo ha sido
continuo y de un esfuerzo de nuestros hermanos mayores que nos han abierto el
camino para celebrar ya casi 20 años de presencia en la zona. La organización,
al igual que la situación del país, fue un poco atípica. Aunque a la comunidad
le sobra disposición y ánimo, llevar algo para compartir cada vez se hace más
difícil. Sin embargo, la gente comprometida con recibir a sus “hermanos del
sector” pudo llevar algo de comida y como en días pasados se celebró el día de
la madre, una pequeña rifa para las presentes.
Fueron llegando hacia
la 1:00pm los habitantes de los sectores que cargados de disposición y algo
para compartir y celebrar la posibilidad de seguir siendo familia. Nos
acompañaron también los candidatos <Etapa formal previa al noviciado
jesuita>, algunos compañeros de
trabajo y los jóvenes con inquietudes vocacionales. Agradecemos a los Padres
Orionistas y al IUJO Barquisimeto por el transporte donado para la actividad.
Con oración, dinámica y mucha alegría se dio inicio a tan esperado encuentro
que luego de presentar a la Compañía de
Jesús, sus obras en Venezuela y específicamente en Lara, pudimos ver el video
que mostraba de forma didáctica y organizada los testimonios antes mencionados.
Posteriormente se realizaron preguntas de forma informal para cerrar la
actividad con la oración y un compartir sencillo, pero cargado de mucha
fraternidad.
Hacia las 4:30 pm ya
retornábamos a nuestras labores, quedándose la tarde corta para un compartir de
experiencias de varios años que sábado a sábado van creando en cada novicio el
deseo de seguir sirviendo y llevando alegría a los sectores más alejados de la
ciudad.
Jesús
Urribari SJ
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