Monday, February 20, 2017

El corazón de Dios palpita en las mujeres.

Cada año, luego de comenzar el recorrido por las diferentes parroquias, la Divina Pastora visita a  la Parroquia de “Cristo Rey” en el sector Brisas del Aeropuerto, lugar donde está localizado el Noviciado Jesuita “San Pedro Claver”. El día 8 de febrero, la recibimos en medio de un mar de gente que nos hacía revivir la procesión del pasado 14 de enero. Muchos cantaban, reían, tocaban tambores, bailaban, oraban; todos alababan al Señor a través de María.

Al día siguiente, continuando con una tradición de muchos años, nos invitaron a celebrar la misa en el templo con la gente de la zona. La eucaristía fue presidida por el P. Fidel y la homilía, otra tradición, fue realizada por el novicio de segundo año más joven, en este caso Jesús Urribarrí. La importancia de la mujer, la figura de María como madre de los cristianos, lo especial que es la Divina Pastora para el pueblo Larense, fueron algunas de las cosas que más resaltaron en la visita de la Virgen a nuestra comunidad.

Luego, Ella siguió su recorrido y se dirigió a la parroquia “San Vicente”. Mientras tanto, en la Parroquia Jesús de Nazaret, parroquia Jesuita, la comunidad se iba preparando para recibirla en la Iglesia “la Cruz” del Garabatal. En la espera de su llegada había un ambiente de familiaridad, alegría, esperanza, muchos pagaban promesas, todo esto con el ánimo de recibir un símbolo que los identifica y los une como pueblo y como hermanos. Después, la virgen se trasladó a la Iglesia Jesús de Nazaret en la Carucieña, donde hubo una bienvenida con todas las personas que hacen vida en los diferentes grupos parroquiales.

Es impresionante ver como Dios se hace presente en medio de nuestro pueblo Venezolano a través de María. Así como también, el amor de Dios se hace presente en nuestra sociedad a través de las madres que lo dan todo por sus hijos, las jóvenes que en este momento se están preparando para salir adelante, las mujeres que rápidamente van tomando un papel protagónico en la lucha por la reconstrucción de nuestro país. Sin duda alguna, Dios sigue amando actualmente a la humanidad desde lo más profundo de su corazón y nos lo demuestra constantemente con el rostro maternal de su Creación.
                                                                                                                                     Roberto Ferrer SJ


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