En compañía de los novicios y padres del Noviciado, los
muchachos participaron de distintas actividades a través de las cuales experimentaron, muy de cerca, la dinámica que caracteriza a esta comunidad y, al
mismo tiempo, fueron testigos de la experiencia de fe cristiana que llevan consigo
muchos larenses.
Además, se sumaron a las actividades cotidianas de la casa
(limpieza, servicio en la cocina, etc.). Por otra parte, conocieron en qué consiste la
experiencia del noviciado y las probaciones -momentos especiales de hondura espiritual- propias de esta etapa; escucharon los
testimonios personales de los novicios; se acercaron al Modo de Proceder de la Compañía de Jesús; reflexionaron sobre la
vocación cristiana y conversaron sobre sus procesos personales. Y hasta
tuvieron tiempo para jugar futbol, bromear y participar de distintas
actividades recreativas.
El domingo 10 de mayo, ya cerrando el encuentro, los
candidatos -junto con el padre César Muziotti- expresaron su agradecimiento a la comunidad
por la acogida fraterna que se les brindó, y por la transparencia y la
confianza que pudieron percibir. Para los novicios y sacerdotes que hacen vida
en el Noviciado San Pedro Claver, la visita de los candidatos ha sido motivo de
alegría y de agradecimiento, pues fue una oportunidad para encontrarse con el
misterio propio de la persona humana y para evidenciar el bonito misterio de la
vocación cristiana. Pero, además, fue una oportunidad para revisar los procesos
vocacionales que van viviendo los que ya han dado algunos pasos en este camino
como compañeros
de Jesús y amigos en el Señor. Por todo lo vivido: ¡Gracias, Señor, gracias!
Por: Erick S. Mayora, NSJ
*Frase empleada por el sacerdote jesuita Francisco de Roux
para describir la realidad actual de América Latina.
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