El mes de marzo
se convirtió para mí en una experiencia de encuentro. Dios me esperó en San
Javier del Valle para llevarme de la mano y acompañarme en un camino de
redescubrimiento personal y de aprender, también, a mirarlo a Él con ojos
nuevos. Desde el primer día me prometió serme propicio, y nos animamos a vivir,
juntos, una experiencia fundante para mí, cuyos frutos debo recoger en el
camino.
Me encontré
conmigo mismo y con mi historia de vida, sólo que ahora me di la oportunidad de
verla con los ojos de Dios, el Dios del amor, de la misericordia, del perdón,
El Dios que se juega todo por mí, que no se reserva nada y que me ha dado todo.
Descubrí que el proyecto que Dios tiene para mí es el mismo que el de mis papás,
un proyecto de amor y plenitud. Abracé mi historia para volver a la casa de un
Padre que hacía rato había salido a mí encuentro y que al verme se conmovió, me
abrazo y me invitó a pensar en lo importante, en amar.
Dios ya no es
ajeno para mí, Él mismo me ha invitado a llamarlo Papá, he redescubierto su
amor y eso afecta por completo el orden de todas las cosas, lo que era
importante se relativiza ante lo que verdaderamente es absoluto, Dios, trino y
uno, el amor de Dios y su amor por mí, esa forma de amar me transforma por
completo. Me encontré con su Hijo y vi cómo Él ha venido actuando para llevarme
al Padre, mi encuentro con Papá Dios es gracias a Jesús, que como hermano mayor
ha trabajado incansablemente en mi vida para que yo me dispusiera para tal
abrazo. Descubrí a Jesús también como amigo y confirme que se ha manifestado
concretamente por medio de mis amigos y hermanos que Él me ha dado.
Contemplé la
vida de ese amigo, que nos amó, y que me amó tanto, que decidió ir hasta el
extremo. Quiso enseñarnos a amar y el poder decidió sacarlo del camino,
eliminarlo, darle muerte. El modo de proceder de Jesús no encajaba con los
valores culturales de su tiempo. En medio de dinámicas de muerte tomar la
decisión de amar puede costar la vida; en ese sentido me siento animado a amar
y amar mucho, como Jesús, que nos amó primero, sabiendo que sigue siendo un
valor contracultural en nuestro tiempo. El amor por Jesús, por la vida y por
mis hermanos debe llevarme también a denunciar las estructuras de injusticia que
hoy le roban la vida a muchas personas, especialmente a aquellos que nacen
condenados, y a trabajar incansablemente para promover y defender la vida y la
justicia.
Papá Dios creo
todo por amor, todo lo hizo y vio que era bueno, creo al hombre, me creo, te
creo, y vio que era muy bueno, nos dio la creación para administrarla, pero no
ha dejado de crear, sigue obrando todos los días, es el Dios de la vida en
abundancia, que ha decidido acompañar la historia humana para siempre. Y que
cuando vio que lo estábamos haciendo muy mal miró preocupado a la humanidad y
decidió hacerse hombre, para salvarnos de manera definitiva, es el Dios que el
poder humano asesinó, pero es el Dios que en ese mismo momento venció la muerte
con determinación, desde aquella noche el bien obtuvo la victoria para siempre.
Es el mismo Dios que podemos encontrar en el hermano, en el que sufre y en el
excluido, es el mismo Dios que hoy siguen crucificando las injusticias humanas
y que nos pide construir el Reino aquí y ahora, es el Señor de la tierra y del
Cielo, es el Dios que resucita cada vez que nosotros nos tendemos la mano, nos
amamos, y así, hacemos el milagro.
Jesús Linares SJ
No comments:
Post a Comment