Saturday, February 25, 2017

"BUSCAR NO SOLO LO IMPROBABLE SINO LO IMPOSIBLE".

Es improbable que un sábado temprano,  te encuentres cacareando  con otra persona mientras escuchas el rebuznar, ladrar o ronronear de otros jóvenes,  hasta conseguir un sonido con quien te sientas identificado y así hallar alguien para intercambiar algo de ruido. ¡Pues sí!, la mañana del 25 de febrero, luego de escuchar  y construir en conjunto el concepto de misión y explicar el rol del misionero, no como un evento o “disfraz”,  sino como una  actitud de vida, desarrollamos una dinámica en la que debíamos encontrar a otra persona, entre 32 participantes, realizando solo mímicas y sonidos de animales, siendo ese el modo de encontrar a tu pareja;  aunque parece imposible, en menos de 5 minutos se logró el reto, y el animador nos dejó una frase que utilizó el P. Arturo Sosa, “busquemos no solo lo improbable, sino lo imposible”.

Este 4to. encuentro vocacional desarrollado en el Noviciado Jesuita San Pedro Claver, recibió por nombre “La Misión” y se hizo referencia, que el lugar de misión muchas veces se encuentra alrededor de cada uno de nosotros, a nuestro alcance, en nuestro medio donde hacemos vida, bajo un contexto país que evidencia tierra fértil (Mt 13:8), en una realidad de inseguridad, hambre, pobreza y violencia, que nos invita hacer de nuestro entorno tierra de misión (Mt 10:5). Posteriormente se conformaron  5 grupos, para hacer lectura e intercambiar impresiones de tres breves reseñas biográficas que cada equipo tenia y de esa manera al reunirnos de nuevo en el salón principal, un representante por grupo compartió sus resonancias y se logró afianzar que misionar es una actitud, que me lleva a responder  un llamado personal, donde quien me envía es Jesús de Nazaret (Jn 17:18) orientado al servicio de los más necesitados, a los pobres, enfermos, presos, humillados, hambrientos, descartados.


Las impresiones pudimos compartirla en un espacio de reflexión grupal y un tiempo de oración personal, al que se nos invitó responder y reflexionar ante el llamado de PAPADIOS si:
¿Me responsabilizo y me comprometo con ÉL?
¿Desde dónde siento que me llama con más fuerza?, la humanidad que sufre...
¿Es mi respuesta libre y voluntaria?
¿Cuánto estoy dispuesto a entregar por seguir su llamado?
           
Luego de dar a conocer las distintas experiencias misioneras donde participan  muchos de los jóvenes y realizar la invitación de integrarse en algunas de ellas, tuvimos la oportunidad de hacer el cierre con una oración al ritmo de Alma Misionera tomados de las manos y finalizar dándonos la paz, pero esta sin hacer ruido de animales sino hablando, escuchando y asumiendo que nuestra casa es el mundo, que nos invita a buscar no solo lo improbable sino lo imposible.                                                                                                                         Arturo Rey SJ

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