El 9 de diciembre, del año pasado pude hacer
maletas una vez más y salir a una nueva misión que me llevaría hacia un nuevo
año. Esto sucedería un día después de haber recibido mi título universitario
que significó un logro importante para mí como fin de un ciclo. El destino
sería "La casa de la caridad" en Cocorote, estado Yaracuy, obra
llevada por las hermanitas misioneras de la caridad (de la madre Teresa de
Calcuta) donde atienden a jóvenes con parálisis cerebral.
Llegue mentalizado a trabajar con
mucha disposición aunque sin hacerme expectativa del escenario que encontraría.
Fui recibido cálidamente por las hermanas, quienes desde el principio nos
ofrecieron de lo mejor que tenían y nos consintieron como a sus hijos para mayor comodidad durante la estadía. La labor
consistió en cuidar, vestir, bañar, cambiar y entretener a los jóvenes que allí
viven. Mi principal aporte consistió en dar de mi alegría y espontaneidad a los
chamos, intentando que los espacios y rutinas tuvieran un toque diario de
sorpresa y asombro, algo distinto, me valía de cualquier recurso para lograrlo
(disfraces, música, juegos).
Era primera vez que pasaba navidades
y fin de año lejos de casa, sin mis familiares y en un ambiente totalmente
desconocido, pero definitivamente Dios no se deja ganar en nada, y así,
irónicamente pude vivir la navidad más espiritual de mi vida. La parroquia fue
un factor determinante, ya que también hice vida allí ese mes y pude acompañar
a la gente en un montón de actividades cargadas de aguinaldos, obras teatrales,
conciertos y tradiciones mientras que a la vez orábamos por un mejor porvenir
para Venezuela.
Pude confirmar mi vocación de vivir
centrado en acompañar a personas que gastan su vida construyendo mejores
entornos, aunque esta vez como un Jesuita. Aprendí de nuevos carismas
religiosos, conocí muchas personas que valen oro, visite lugares acogedores,
y viví momentos intensos, que hoy se traducen en nuevos aprendizajes; por
ejemplo: Aprendí a comunicarme con personas que no hablan; a estar cerca de mi
familia en la distancia y a ser testigo una vez más de las abundantes gracias
de Dios quien se hace Paz y Luz en medio de la oscuridad.
Pedro Bravo NSJ

No comments:
Post a Comment