
El
encuentro vocacional fue orientado al tiempo litúrgico que vivimos como
Iglesia, la Pascua de Resurrección de
Jesús, que nos regala una nueva luz para ver la vida desde el resplandor
Glorioso del Padre que nos llena con su amor obrando en nuestras vidas de una
manera particular.
.En
este sentido varias preguntas sirvieron para la reflexión grupal e individual ¿Qué paso necesito dar en mi vida para un
encuentro pleno con Jesús? ¿Cómo puedo (yo) responder seguir a Jesús desde mi
realidad? ¿Cómo es la vida nueva que Dios y yo queremos? ¿En esta realidad que
luz quiero ser?
Para
ello, los espacios del noviciado sirvieron para un encuentro con Dios desde la
oración y meditación de la historia personal de cada joven, hubo mucho
entusiasmo en apostar por la realidad del país, con caridad y servicio, dando la
vida misma como ofrenda permanente de amor a Dios. A la misma vez, como jóvenes
pudimos conversar y actualizar la misión de Jesús desde nuestras propias vidas,
asumiendo con firmeza que somos signos de la nueva luz que nos regala Cristo
Resucitado.
El
encuentro culminó en un ambiente de gozo, en el compromiso de seguir siendo signos de resurrección en nuestros
apostolados y desde allí observar como
Dios obra en nuestras vidas y nos invita a servirle en un contexto determinado.
Erven
Manuel Amaya Gauna, N.S.J
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