El nueve de junio partimos al oriente
del país, específicamente a Maturín, fuimos con el deseo de conocer y colaborar
en la misión que lleva la comunidad y la parroquia San Ignacio de Loyola. En la
misión nos encontramos con trabajos diversos, en los cuales pudimos compartir
con los grupos que conforman la parroquia, y valorar el carisma educativo de la
compañía de Jesús en los colegios de Fe y Alegría y los de la región oriental.
Se pudo apreciar que la parroquia es muy
extensa, la conforman siete comunidades. Comunidades que a lo largo de muchos
años han venido reconociendo en la persona de Jesús su papel de laico y discípulo
misionero. Cada sector se caracteriza por la alegría de su gente, y la
participación variada de los distintos grupos juveniles, quienes han mostrado
su servicio y compañía en los distintos sectores. En la parroquia se contempló
un ambiente festivo propio de los cien años de los Jesuitas en Venezuela,
ambiente que permitió rememorar anécdotas de los jesuitas que han dejado su
huella en el oriente del país, en este mismo sentido de celebración se
profundizo con los jóvenes acerca de las obras de los jesuitas y su aporte para
la región.
Junto a los jóvenes de la parroquia y la iglesia de la zona compartimos
el expo carisma, en lo cual pudimos conocer los
distintos modos y servicios de la Iglesia Católica que peregrina en Maturín. Una
mañana en la que se expresó con cantos,
alabanzas y testimonios vocacionales nuestra
alegría de ser hombres y mujeres que tratamos de reproducir en nuestras vidas
los gestos de Jesús.
Como mencionaba al
principio, la misión de los jesuitas en Maturín es diversa, y en esa diversidad
pudimos conocer y acompañar las
olimpiadas de matemática y lenguaje en los colegios de Fe y Alegría, y las
escuelas de la zona. Las olimpiadas de matemática y lenguaje son muy famosas en
el oriente del país, su fama no radica en la competitividad, ni en premiar al
mejor estudiante o docente, sino en el deseo de reconocer las debilidades que
presentan los estudiantes en estas áreas del conocimiento para profundizar con
estrategias pedagógicas la enseñanza de las matemáticas y el lenguaje. Es una
labor sencilla pero de mucho esfuerzo y compromiso, quienes se suman a ella es
porque creen en una formación de calidad
a todos los niveles de la enseñanza.
En Maturín compartimos
con tres jesuitas: P. Javier Asarta, P Jean Pierre Wyssenbach y el Escolar
Alexis Moreno. Con la alegría de nuestro centenario en Venezuela, escuchamos de
ellos sus anécdotas, sus sueños y sus años en estas tierras, manteniendo vivo los
deseos de ser fieles servidores de la misión de Cristo, y con pasión seguir celebrando y acompañando la vida de una
comunidad peregrina. Con lo compartido y expresado desde la fraternidad que nos
caracteriza pude reconocer y sentir que ser jesuita hoy es
juntar las fuerzas como hermanos para seguir remando mar adentro.
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